lunes, 26 de septiembre de 2016

Orange y la invisibilidad de los enfermos mentales

Lo que voy a decir no es nuevo ni mucho menos, pero creo que no está de más repetirlo, porque creo que mucha gente todavía no lo tiene claro. Las enfermedades mentales existen, y son exctamente como un dolor físico, solo que no dejan marca: no se hinchan, ni dejan moratones, heridas, o cicatrices. Pero eso no significa que sean menos graves, menos importantes o menos serias que muchos problemas que sí dejan secuelas físicas. Imaginas que la gente tiene esto claro, pero entonces pasa algo como Orange y te das cuenta de que, por desgracia, no.

Antes de continuar: voy a hablar del manga y el anime de Orange, así que sí, va a haber spoilers, aunque menores y solo de la primera mitad de la serie (y puede que algo menos de eso). Tampoco voy a hacer mucho hincapié en detalles argumentales de la serie, ni voy a hacer ninguna valoración sobre su calidad. Simplemente la voy a usar como ejemplo práctico de cómo la gente menosprecia las enfermedades mentales.

Kakeru, uno de los protagonistas de la serie Orange, es un chico que acaba de perder a su madre, la cual se ha suicidado. Por si las circunstancias no fueran lo bastante escabrosas, el suicidio ocurre después de que Kakeru deje “plantada” a su madre, por lo cual él siente que se ha muerto por su culpa, casi como si la hubiera matado él. No deja de torturarse por ello, pensando que no merece ser feliz después de haber hecho algo tan horrible. Partiendo de esto creo que es bastante normal y comprensible que Kakeru esté mal, MUY mal. Perder a un padre o una madre cuando se es adolescente no es algo precisamente fácil de asumir, y menos en circunstancias como las de la serie, por lo que me parece bastante normal que deje secuelas psicológicas en el chico.

A partir de aquí y viendo cómo se comporta en la serie, es bastante fácil deducir que Kakeru tiene una depresión bastante severa a raíz de todo esto, un problema mental de lo más común y, hablando en plata, también de lo más jodido. Y aunque no estoy intentando justificar sus acciones en el caso de que alguna haya desencantado al público general, me parece que el hecho de que padezca de este problema es algo a tener bastante en cuenta cuando valoramos su actitud. Estamos ante una serie que intenta tratar un problema mental por lo que es y sin restarle importancia y lo difícil que es afrontarlo tanto por parte de la persona en cuestión como por los que le rodean (aunque luego lo haga mejor o peor a opinión de cada uno) y, sin embargo, lo único que veo es gente quejándose de Kakeru y diciendo que es un “emo”, que tendría que “echarle un par de huevos”, etcétera... ¿En serio, gente, en serio?

La cosa es que no sé por qué me sorprendo, cuando esto es un claro reflejo de lo que pasa en la realidad constantemente, diariamente. Cuando una persona está deprimida, no puede alegrarse así como así: tiene un problema que debe ser tratado. Hacer este tipo de comentarios es lo mismo que decirle a una persona que acaba de romperse la pierna que vaya soldando el hueso y que deje de sentir dolor por la fractura que acaba de hacerse. Dicho de una pierna rota suena absurdo, pero cuando hablamos de una enfermedad mental, parece que la percepción de la gente cambia, cuando en realidad son las dos caras de una misma moneda y ambas cosas son igual de legítimas y tienen el mismo valor e importancia.

Entiendo que en el mundo del anime estamos cansados de ver protagonistas que son “emos” porque sí y que no tienen ninguna garra, pero hay que saber admitir que a veces hay motivos de peso detrás de las actitudes de algunos personajes (los que están un poco cuidados, al menos), y esto no va solo por Kakeru. Pero ¿cómo podemos esperar que la gente aprecie estos detalles en un personaje si no son capaces ni de dar a estos problemas el reconocimiento y la visibilidad que necesitan en la vida real? Me duele ver que hay tan poca empatía. Alguien puede responderme que esto es porque es un personaje de ficción y que no tiene mayor importancia, pero estoy segura de que mucha gente acaba aplicando, aunque sea de forma inconsciente, estas mismas actitudes a situaciones y personas reales con el mismo problema.

Esto no es un mensaje en defensa de Kakeru, sino una reflexión sobre el trato que damos a las personas con problemas mentales en general. Por favor, la ansiedad no se cura con un “relájate”, ni una depresión se cura con un “¡tienes que alegrarte y pensar en cosas buenas!”. Este tipo de afirmaciones no ayudan y a veces incluso hacen a la persona sentirse peor de lo que ya está. La mayoría de la gente que está deprimida no quiere llamar la atención, ni tiene simplemente un mal día... Lo que pasa es que están enfermos. Y lo que necesitan es tratarse como se trata cualquier otro enfermo, y que les demos el apoyo y el reconocimiento que merecen y necesitan.

lunes, 1 de junio de 2015

#OrgulloFriki: ¿De qué hay que estar orgullosos?

Hace poco fue el día del orgullo friki, y tras ver un poco el panorama e intercambiar impresiones sobre el tema con otra gente, me he decidido a escribir esta entrada porque creo que hay algo que no está yendo bien. El día de por sí me parece que no tiene demasiado sentido, porque creo que no es necesario reivindicar los gustos “frikis”, pero no sé, no lo veo mal, y tampoco se hace daño a nadie haciéndolo. Por desgracia, hay mucha gente que ha “celebrado” el día del orgullo friki en el peor sentido de la palabra “orgullo”: el de la soberbia y la arrogancia. Y creo que esto no es solo inapropiado si no que, además, es contraproducente para todos.

Vamos a empezar por lo más extraño de la “fiesta”. A pesar de ser un día de celebración, había más gente quejándose o preocupada por excluirse a ellos mismos tanto de las celebraciones como de las quejas (yo entre ellos, sí), que gente realmente celebrando el día. No había más que mirar un poco y ver que mucha gente en las redes parecía más dispuesta a reírse de los que lo celebraban que a hacer algo ellos para reivindicarse. Y los pocos que decidían hacerlo, ¿qué recibían? Críticas por parte de los frikis “de verdad” (entre un número infinito de comillas) por ser unos posers y montar el numerito, mientras berreaban que qué sabrían estos novatos de lo que es ser frikis, que si eran unos incultos o eran frikis solo por moda o que no habían aguantado que se metieran con ellos por sus gustos. Y, hablando en plata, estoy harta de leer tanta mierda. No es la primera vez que lo digo, pero lo de esta vez ya me ha parecido exagerado.

Ahora resulta que solo puede ser otaku, gamer, friki o lo que sea quien esta gentuza crea que es lo bastante merecedora de ello. Resulta que ellos son jueces todopoderosos y, por lo visto, tienen la potestad de ir dando carnés de friki a la gente, y tienen derecho a decidir cuándo alguien sabe lo suficiente del tema o ha aguantado suficientes burlas o qué sé yo. Es que no lo entiendo. ¿Tienen una lista de requisitos para ser friki o cómo va esto? Es como si el día del orgullo gay salieran un montón de gays diciéndoles a los que montan los desfiles hoy en día y tal algo como:  “Vosotros no tenéis derecho a celebrar esto porque no habéis sufrido la misma represión que nosotros y además no sois lo bastante homosexuales para celebrarlo, o solo sois gays porque está de moda serlo”. Puede parecer una comparación absurda, pero esa es más o menos, la sensación que me transmiten algunos. ¿Por qué tanto odio y prejuicio?

No entiendo en qué momento haber sufrido burlas por ser friki, te hace serlo más, y haber empezado a ser friki cuando ya no era tan malo te convierte en un ser inferior automáticamente. Porque sí, por muy ridículo que parezca, uno de los argumentos más usados es “Yo ya era friki cuando no estaba de moda y todo el mundo se metía con nosotros”. No entiendo tampoco en qué momento llevar más años en algo te hace mejor que otro, cuando como mucho te hace más experto. Y ser experto no te da derecho a abusar de novatos, porque todos hemos sido novatos. Y si hay alguien interesado pero con falta de conocimientos, siempre se le puede aconsejar sin faltarle al respeto. No entiendo qué problema hay con que alguien haga algo por moda: mientras no moleste ni haga daño a nadie, yo creo que no importa. Y si el problema que hay es que “mancilla” algo con su presencia en el fandom, tampoco importa: si no le gusta de verdad, lo acabará dejando y se irá como vino, sin más; no hace falta echarlo. Y por eso tampoco entiendo por qué hay personas que por cosas tan ridículas se las dan de importantes y gustan tanto de juzgar a los demás sin motivo. Y como consecuencia, los nuevos, a lo mejor por imitación o con ánimo de reafirmarse, se las dan también de sabelotodos para contrarrestar estas reacciones, y esto se convierte en una absurda competición por para ver quién es más friki, algo que no pasa de forma tan exagerada en ningún otro hobby, y algo de lo que habría que avergonzarse, no enorgullecerse.

Sin embargo, esto no es lo peor, ni lo más preocupante. Lo peor es que, como he dicho antes, esto es contraproducente. En los últimos años, lo friki se ha popularizado, llegando a mucha más gente y prácticamente normalizándose. Y después de tantos años en los que a los frikis se los trataba de raritos, ahora a todo el mundo le pueden gustar, por ejemplo, los videojuegos sin que eso tenga implicaciones negativas como no tener vida social o cosas así, que eran el tipo de cosas que se solían decir antes. Pero, bajo mi punto de vista, las actitudes como las del día del orgullo friki están destrozando todo el camino que se había avanzado de cara a la incorporación de lo friki al cánon cultural. Las distancias se están volviendo a agrandar. La misma gente que hace años se quejaba de la falta de aceptación, ahora quiere distanciarse y distinguirse de los nuevos frikis. Es decir, durante años se lucha para que se normalice lo friki, se reivindica que son gustos aceptables y los más frikis van diciendo que no merecen ser marginados por ello, y cuando por fin esto ocurre, entonces son ellos mismos los que quieren volver a diferenciarse de los demás. Querían la inclusión, pero ahora quieren exclusividad. Fuck logic.

Esto, por supuesto, ha traído consecuencias: hacer que lo friki se distancie de nuevo de lo “normal” ha conllevado que haya gente que esté volviendo a avergonzarse de ser otaku o gamer o lo que sea, y muchos ya no se autodenominen así por miedo al rechazo general, ya que dichas etiquetas están recuperando las implicaciones negativas que parecían estar a punto de perder y muchos no quieren verse asociados a ellas (y si no, ved la campaña de Nintendo de “I'm not a gamer”). A su vez, otros no quieren llamarse a sí mismos frikis por miedo al rechazo que puedan sufrir de la gente de dentro, lo cual es aún más triste; aunque compartan gustos, no se sienten parte del grupo ni integrados por todo el elitismo que hay dentro de él. De esta manera, y por distintas razones, pero todas con el mismo problema de raíz, la gente intenta poner tierra de por medio una vez más con las cosas frikis con tal de que no se los rechace socialmente.

Y yo me pregunto: ¿es esto lo que quieren los frikis? ¿Es esto de lo que estarán orgullosos si en un futuro vuelven a ser unos “marginados”? Y si no es eso, ¿de qué se supone que están orgullosos este sector de frikis entonces? ¿De estar consiguiendo de nuevo alejar su cultura de lo mainstream (y, en consecuencia, de lo considerado “normal”)? Pues si creen que esto será bueno para ellos, o que los volverá más cultos, más importantes o sueperiores en algún aspecto moral o intelectual, se equivocan: solo van a conseguir rechazo y cuando se pase esta moda volverán a estar como antes, y habrán desaprovechado la oportunidad de convertir lo friki en algo que todo el mundo pueda disfrutar. Gracias a perpetuar estas actitudes y estereotipos, la gente seguirá pensando que los frikis son unos raritos, y ser cualquier cosa relacionada con ello seguirá teniendo implicaciones negativas por los siglos de los siglos. 

Sinceramente, creo que va siendo hora de cambiar el chip: hay que aceptar que haya “nuevos” frikis y hay que dejar que la gente acoja las cosas frikis como hobbies normales aptos para todo el mundo. Creo que eso es lo mejor y por lo que hay que luchar: para que que te gusten cosas que ahora se suponen diferentes o raras no tenga implicaciones malas. Hay que luchar para que estas “etiquetas” dejen de ser exclusivas y abarquen simplemente a todos los que compartan un mínimo gusto por algo, para que jugar a videojuegos o ver anime estén considerados de la misma forma que leer un libro o ver una película y para que todos reconozcamos a ese pequeño friki que llevamos dentro, sin importar cuánto hace que lo descubrimos, cuánto sabemos de él o cualquier otra cosa sin importancia. Y el día que se consiga que lo que ahora es friki sea normal y accesible para todo el mundo, los frikis habrán ganado esta batalla y podrán estar orgullosos de verdad.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Un gorro de Teemo mató a mi familia

No, no me gustan los jotakus que han visto 4 animes archiconocidos y comieron una vez un Yatekomo y ya se creen expertos del manganime y la cultura japonesa, y encima van intentando dar lecciones a los demás o se las dan de entendidos. No, tampoco me gusta la fiebre por League of Legends, por aparentar ser gamer, por los youtubers... ni toda la gente que es "friki" porque ahora es guay, cuando hace unos años la gente que era friki tenía que ocultarlo para que no se metieran con ellos. Nada de todo esto me gusta, ni tampoco me hace especial ilusión que todos los eventos que se hacen sobre el tema se abarroten con este tipo de gente. Pero es lo que hay.


A mí el manganime era un mundo que, de algún modo, siempre me había atraído e interesado, pero solo había visto algunos animes que echaban en la televisión cuando era pequeña. No fue hasta 2012 (ya veis, hace dos telediarios) que empecé a ver más animes subtitulados y que no habían sido traídos ni emitidos aquí, y diría que coincidió un poco con el inicio de todo este gran boom, así que en realidad no puedo hablar con demasiado conocimiento de "los viejos tiempos" en los que ser otaku era una vergüenza. De hecho, diría que ese mismo año, que fue la primera vez que fui al Salón del Manga de Barcelona, fue una de las últimas veces que podemos considerar que un evento fue medianamente tranquilo, y aun así ya estuvo muy concurrido.

Hablo del primer año tras el traslado a Montjuïc. Había mucha gente, puesto que recuerdo que fui el sábado a pasar el día y algún rato uno se agobiaba dentro, pero no recuerdo que hubiera problemas de aforo ni de entradas y juraría que, aunque ya había comenzado, el boom de todas estas modas estaba todavía en sus inicios. De todos modos no estoy segura; siendo franca, no me di cuenta de que el tema se había puesto de moda hasta pasado algún tiempo y viéndolo en perspectiva, porque yo acababa de empezar y pensaba que era lo normal que hubiera toda aquella gente. Tampoco me preocupaba mucho porque la verdad es que yo iba bastante a mi bola. Pero estaba claro que si el otro espacio se les había quedado pequeño, era porque se estaba produciendo un cambio.

Al mismo tiempo que este evento se celebraba, ocurrió el accidente del Madrid Arena. A partir de entonces, se empezó a mirar con lupa e incluso a reducir el aforo de todos los eventos, y esto afectó también, por supuesto, a los salones del manga. Esto junto con el estallido definitivo de la moda friki, otaku y gamer ha llevado a que cada evento esté más abarrotado que el anterior, superando las previsiones de los organizadores en muchas ocasiones, y llevando a los problemas de aforo que hemos ido viendo estos dos últimos años: colas larguísimas, gente que se queda sin entrada, gente con entrada que se queda igualmente fuera porque dentro ya no cabe más gente...

Ahora bien, a pesar de que en la mayoría de los casos es culpa de los organizadores porque, incluso con lo que se ha ido viendo, se empeñan en creer que a estos eventos siguen yendo solo cuatro gatos o en su defecto lo único que quieren es aprovecharse de la situación para ganar muchísimo más dinero con el mismo espacio de siempre, hay muchísima gente que se empeña en decir que la culpa es de esta nueva gente que ha empezado a asistir a estos eventos, y cree que la solución es que se queden en su casa o que se les vete la entrada de algún modo.

¿Qué clase de memez es esa? Si alguien quiere ir a un evento y paga la entrada de dicho evento, tiene el mismo derecho a entrar que tú, aunque tú te consideres un "mejor" fan. Incluso he llegado a leer la sandez de que solo deberían entrar en los eventos los cosplayers. Pues qué queréis que os diga, ahora me entero de que ir disfrazado te hace fan más legítimo de algo. Nadie tiene aquí la autoridad para juzgar si otra persona es digna o no de entrar en un sitio o de si es lo bastante fan de algo. Es totalmente absurdo. Es como si ahora decido ir un día a ver un partido de fútbol al campo por pasar el rato sin ser una fanática y no me dejan entrar porque no me sé la alineación de uno de los equipos. ¿Acaso le veríais el sentido a eso?

Tal vez como preferencia personal, preferiría que alguna de esta gente no formara parte del mundillo friki, pero si ellos quieren venir a los eventos, que vengan, porque yo al menos no me creo en potestad de juzgar a los demás. Yo voy a mi bola y hago lo que me parece, y ellos hacen lo mismo. Mientras nadie vaya a molestar ni a ofender a otros, que disfrute del evento como quiera. Si quiere ir para estar 1 hora, que vaya. Es problema suyo lo que le cueste la entrada. Si quiere quedarse por allí dando vueltas todo el día, que lo haga también. La responsabilidad recae, sobre todo, sobre las personas que organizan el evento, que deben ser capaces de más o menos prever cuánta gente va a ir, o calcular cuántas entradas pueden vender teniendo en cuenta el espacio del que disponen, no sobre los asistentes.

También hay que tener en cuenta que, por supuesto, esto no es fácil. Si limitas el número de entradas de un día y hay gente que va y solo está unas pocas horas dentro, cuando esta gente se vaya el evento quedará muy vacío, y otra gente que se ha quedado fuera tal vez podría haber entrado. Pero como eso no lo puedes saber, es preferible limitar las entradas, que se agoten y cerrar taquillas a tiempo, a vender entradas a todo el mundo por si luego pueden entrar y que al final se queden fuera, porque entonces todo son malos rollos, indignación, follones, denuncias, devoluciones... De todos modos, tampoco es normal que todos los años pase algo; en eventos de otra índole no es tan habitual que haya tanta gente que se quede sin poder acceder, pero bueno. Ya digo, no es una tarea fácil.

Puede que haya gente que vaya por moda, no lo niego, o que solo vayan a ojear un poco porque tienen curiosidad sin tener ni idea del tema, pero eso no tiene nada de malo y nadie está en posición de juzgarles mientras ellos se comporten con respeto y no hagan daño a nadie. Meterse con esta gente no da superioridad moral ni nos convierte en mejores fans, así que estaría bien dejar de lado esa actitud tan hipster de "a mí me gustaba esto antes de que fuera mainstream" y ser un poco más abiertos de mente. Y, de paso, echarle las culpas a quien las tenga de verdad y no a quien no nos guste.

martes, 5 de agosto de 2014

¿Submanga cierra? Fansubs, scanlations, licencias & stuff

Hoy he amanecido con la noticia de que Submanga ha cerrado. Es creíble que haya sido cerrada porque según algunos rumores que circulan por la red, esta página estaba en una larga lista negra de páginas que ofrecen anime y manga gratis que alguien (sí, digo alguien porque no sé si son las editoriales japonesas o las autoridades occidentales) quería cerrar. Así pues, a la espera de una confirmación "oficial" de si la han cerrado definitivamente o simplemente se trata de una caída temporal, aprovecho para escribir estas líneas.

En primer lugar, quiero decir que el cierre de Submanga tampoco me da especial pena. No leo demasiado manga, pero Submanga es la última página a la que habría recurrido para ello. La calidad de los scanlations que publicaban en esta página no era precisamente la adecuada. Las pocas veces que he leído algo de allí he sentido cómo la sangre brotaba de mis ojos conforme iba leyendo. Eso cuando cargaba, claro, porque incontables son las veces que el lector online fallaba y no cargaba las páginas debidamente. Vamos, que yo no utilizaba Submanga y me parece de una calidad muy baja, así que tampoco creo que sea una gran pérdida.

Pero, en cualquier caso, el problema va más allá. Lo que me preocupa es que si realmente han cerrado Submanga por la razón que he dicho antes, puede ser que también vayan a por las otras páginas de la lista, entre las cuales se encontraban algunas de las que utilizaba para leer manga online, así como la página donde descargo la mayoría del anime que veo. Y, si eso ocurre, ya me diréis cómo vamos a ver anime y a leer manga.

Ahora habría alguien (si alguien se leyese mi puñetero blog) que diría "Oh, pero puedes comprarlo". Ya, claro. Yo precisamente colecciono un poco de manga, y con el tiempo he ido acumulando un buen número de tomos, pero qué queréis que os diga... Es un vicio caro. Además, ¿por qué os creéis que compro la mayoría de mangas? Porque los he visto antes por Internet (o he visto su anime) y me han gustado. Si no, no se me pasaría por la cabeza comprarlo, porque no me arriesgaré a gastar mi dinero en algo que no sé ni si va a gustarme. Podría hacer eso una, dos y hasta tres veces, pero ¿con todo el manga que licencian? Nadie que no sea rico pudede permitirse ese gasto. Eso sin hablar de que un porcentaje altísimo de las obras no se licencian y por tanto sin este tipo de páginas me quedaría sin opción a verlas nunca, directamente.

También he visto por ahí el argumento de que también puedes valerte de reseñas, críticas, opiniones, etc. que leas en blogs de anime y manga, ya sean en español o en inglés, para decidir qué obras compras y cuáles no. Mi pregunta es: ¿y cómo han tenido acceso los redactores de dichos blogs a ese anime/manga para poder hacer sus reseñas? Fácil, a través de Internet, y la mayoría de veces seguro que de forma ilegal, sobre todo en el caso del manga. En el caso del anime no necesariamente, ya que también hay servicios legales de pago para ver anime online como Crunchyroll, pero vaya.

Que esa es otra cosa, algunos de los medios legales como Crunchyroll o incluso las propias distribuidoras tampoco es que hagan bien su trabajo. Te hacen pagar cuando muchas veces trabajan las series con mucho menos mimo y dedicación que un fansub, con un resultado para nada satisfactorio y que no parece muy profesional (a pesar, reitero, de que estás PAGANDO por ello). Por no hablar de que a veces estas empresas se dedican a robar subtítulos de los fansubs que han trabajado una serie sin ningún ánimo de lucro, o pagan UNA MISERIA a gente que NO es profesional para que se encargue de los capítulos. Mientras ellos pagan una cantidad de risa a alguien que ni siquiera es un profesional para que les trabaje un capítulo, tú estás pagando por un servicio, y lo mínimo si pagas es que se garantice que lo hagan profesionales de verdad y que, por supuesto, se les pague como tal. Vamos, digo yo.

Se dijo una vez y yo lo reitero: estas páginas que estaban en la "lista negra" sirven para dar a conocer muchas series que después llegan a nuestros países. Me atrevería a decir que contribuyen no solo a dar fama a ciertas series, sino a dar a conocer esta cultura, en general. Y estoy convencida de que si estas páginas desaparecen, la industria del manga y el anime fuera de Japón se resentirá de esto. Imagino que a las empresas japoneses esto les da igual porque pueden mantenerse perfectamente con las ventas que tienen allí, pero para nosotros no son precisamente buenas noticias.

Soy la primera que se alegra de que las cosas se licencien y de consumir legalmente para apoyar a la industria y que se traigan más cosas (al menos en lo que a manga se refiere creo que estoy cumpliendo porque para el relativamente poco tiempo que llevo en el "mundillo", tengo unos cuantos mangas en mis estanterías), así como me parece muy bien la política de algunos fansubs de retirar enlaces para descargar una serie cuando se licencia y así intentar fomentar su compra, pero creo que no por ello deben eliminarse las páginas que distribuyen anime y manga (que no está licenciado todavía o que no se licenciará jamás aquí) por Internet gratis, porque creo que a la larga tendría efectos muy negativos tanto para los fans como para las distribuidoras y editoriales.